mar
«extensión de agua salada menor que el océano» establece una clasificación de las extensiones de agua salada en que los océanos serían las mayores extensiones y vendrían luego, de diferentes tamaños, los mares. Los mares se diferencian principalmente por el contacto con el océano, pudiendo ser abiertos o cerrados: si está rodeado casi totalmente por tierra, como el mar Negro, se habla de mar continental, mientras que si está muy abierto, como el mar de la China, se habla de mar litoral
Mares litorales Los mares litorales o costeros pueden ser considerados como golfos, muy grandes y ampliamente abiertos, de los océanos. No están separados de éstos por ningún umbral submarino; no obstante se distinguen de ellos por ser, en promedio, menos profundos, por la mayor amplitud de las mareas y la temperatura más elevada de sus aguas. Son mares litorales el mar de Beaufort en el océano Ártico, el mar de Noruega en el Atlántico o el mar de Omán en el Índico, entre otros.
Mares continentales Los mares continentales, entre los cuales destaca el mar Mediterráneo, deben su nombre al hecho de hallarse enteramente situados dentro de los continentes, aunque comunicados con los océanos por un estrecho cuya escasa profundidad crea un umbral que dificulta los intercambios; éstos se producen, no obstante, en forma de corrientes de compensación y de descarga. Entre los mares continentales y el océano existen diferencias de temperaturas y de salinidad que llegan a ser considerables. Sus mareas son de tan escasa amplitud que pasan desapercibidas. Además del Mediterráneo, son mares continentales el mar Báltico, el mar Negro y el mar de Japón. En algún caso se habla de mar epicontinental cuando está rodeado por una plataforma continental, como el mar del Norte.
Mares interiores Los mares interiores o cerrados suelen ocupar extensas depresiones endorreicas. Corresponden a lagos muy grandes, de agua más o menos salada, entre los cuales destacan el mar Muerto, el mar Caspio y el mar de Aral.
Definición de océano
Se denomina océano a la parte de la superficie terrestre ocupada por el agua marina. Hasta hace poco se pensaba que se formó hace unos 4.000 millones de años, tras un periodo de intensa actividad volcánica, cuando la temperatura de la superficie del planeta se enfrió hasta permitir que el agua se encontrase en estado líquido. Sin embargo, un estudio del científico Francis Albarède, del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), publicado en la revista Nature estima que su origen se halla en la colisión de asteroides gigantes hace entre 80 y 130 millones de años.
Clasificación
El océano está dividido por grandes extensiones de tierra, que son los continentes, y grandes archipiélagos en cinco partes que, a su vez, también se llaman océanos:
océano Antártico
océano Ártico
océano Atlántico
océano Índico
océano Pacífico
Los océanos Pacífico y Atlántico a menudo se distinguen en Norte y Sur, según estén en el hemisferio Norte o en el Sur: Atlántico Norte y Atlántico Sur, y Pacífico Norte y Pacífico Sur.
División por profundidades
El margen continental es la porción del fondo marino que está más próxima a tierra firme. Se divide en:
Plataforma continental o plateforma submarina: es la menos profunda, llega a los 200 m de profundidad, siendo bastante plana. El agua que la cubre suele contener vida marina en abundancia y la mayor parte de la pesca se realiza en esta zona. Aquí se encuentra la cuarta parte de la producción mundial de petróleo y gas procedente de las rocas que se encuentran debajo de estas plataformas.
Talud continental o escarpadura o escarpa continental. La extensión del talud varía dependiendo del océano en que se encuentre. Tiene una pendiente más pronunciada que la anterior y se sitúa entre los 200 hasta 3.000 metros de profundidad aproximadamente.
Borde continental. Se encuentra en la parte final del talud y marcaría el límite con los fondos oceánicos.
Dorsales oceánicas. Son cadenas montañosas submarinas, vastas y escarpadas, generalmente ubicadas en el centro de los océanos. En promedio miden 1.000 km de ancho con una altura de 3.000 m. Forman un sistema más o menos conectado de 80.000 km de largo, recibiendo distintos nombres, por ejemplo, dorsal mesoatlántica, dorsal de Reykjanes, dorsal del Pacífico Oriental.
Planicies abisales. Se forman entre las dorsales oceánicas y los márgenes continentales. Son zonas muy planas y uniformes, en torno a los 4.000 m de profundidad. Suponen aproximadamente el 40% del fondo del océano.
Volcanes submarinos
Fosas oceánicas o abisales. Son las partes más profundas de los océanos, con una media de 7.000 a 8.000 m de profundidad, que pueden llegar a medir miles de kilómetros de largo. La fosas de Las Marianas tiene la mayor profundidad del planeta con más de 11.000 m bajo el nivel del mar.
Impacto ambiental
Impacto ambiental a nivel mundial
La mayor parte de la energía utilizada en los diferentes países proviene del petróleo y del gas natural. La contaminación de los mares con petróleo es un problema que preocupa desde hace muchos años a los países marítimos, sean o no productores de petróleo, así como a las empresas industriales vinculadas a la explotación y comercio de este producto. Desde entonces, se han tomado enormes previsiones técnicas y legales internacionales para evitar o disminuir la ocurrencia de estos problemas.
Los derrames de petróleo en los mares, ríos y lagos producen contaminación ambiental: daños a la fauna marina y aves, vegetación y aguas. Además, perjudican la pesca y las actividades recreativas de las playas. Se ha descubierto que pese a la volatilidad de los hidrocarburos, sus características de persistencia y toxicidad continúan teniendo efectos fatales debajo del agua. Pero, no son los derrames por accidentes en los tanqueros o barcos que transportan el petróleo, en alta mar o cercanía de las costas, los únicos causantes de la contaminación oceánica con hidrocarburos. La mayor proporción de la contaminación proviene del petróleo industrial y motriz, el aceite quemado que llega hasta los océanos a través de los ríos y quebradas. Se estima que en escala mundial, 3.500 millones de litros de petróleo usado entran en ríos y océanos y 5.000 millones de litros de petróleo crudo o de sus derivados son derramados. Los productos de desechos gaseosos expulsados en las refinerías ocasionan la alteración, no sólo de la atmósfera, sino también de las aguas, tierra, vegetación, aves y otros animales. Uno de los contaminantes gaseosos más nocivo es el dióxido de azufre, daña los pulmones y otras partes del sistema respiratorio. Es un irritante de los ojos y de la piel, e incluso llega a destruir el esmalte de los dientes.
Especies marinas en peligro de extinción
El Tiburón Blanco:
El Celacanto:
El Delfin de Rio (si te vale):
La Ballena Azul:
El Tiburón Anguila:
La Tortuga Golfina
lunes, 7 de junio de 2010
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